Rusia anunció su decisión de trasladar armas nucleares a Bielorrusia. A pesar de lo que algunos puedan pensar sobre ese anuncio, en realidad no se trata de una actitud particularmente agresiva de Moscú sino de una respuesta defensiva ante el despliegue de armas nucleares estadounidenses en países cercanos al territorio ruso. Si Moscú hubiese querido ponerse realmente a la par con Washington habría tenido que instalar sus misiles nucleares en Cuba.
«Rusia desplegará armas nucleares tácticas en Bielorrusia, a pedido de Minsk», anuncia el presidente Vladimir Putin. Y a continuación aclara: «En realidad, estamos haciendo lo que Estados Unidos hace desde hace décadas.»
Moscú subraya que Estados Unidos tiene desplegadas armas nucleares en Europa, concretamente en 6 países de la OTAN –Italia, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Turquía y Grecia (en este último país no hay armas nucleares estadounidenses en este momento, pero sí existe allí una instalación lista para recibirlas).
Las bombas nucleares estadounidenses B60, desplegadas en Italia en las bases de Aviano y Ghedi, están siendo en este momento reemplazadas por las nuevas B61-12 [igualmente nucleares], que la US Air Force ya está transportando a Europa. Estas nuevas bombas nucleares estadounidenses tienen características que las hacen más letales que las anteriores: cada bomba tiene 4 opciones diferentes de potencia seleccionables en función del objetivo a eliminar. La bomba es dirigida hacia su objetivo mediante un sistema de direccionamiento vía satélite y puede penetrar en el suelo para destruir los puestos de mando subterráneos.
Se considera altamente probable que Estados Unidos despliegue también sus nuevas bombas nucleares B61-12 en Polonia y en otros países de la OTAN aún más cercanos al territorio ruso.
En este momento, tres potencias nucleares de la OTAN –Estados Unidos, Reino Unido y Francia– y 4 países países miembros de la alianza que ya acogen armas nucleares estadounidenses en su suelo –Italia, Alemania, Bélgica y Países Bajos– están participando en la operación denominada Baltic Air Policing, en el espacio aéreo de Lituania, de Estonia y de Polonia, con aviones de guerra capaces de transportar armas nucleares tácticas.
Mientras tanto, bombarderos estratégicos estadounidenses B-52H efectúan misiones de entrenamiento para la guerra nuclear en la región del Báltico y en otros territorios europeos al borde de las fronteras rusas. Los miembros europeos de la OTAN han puesto 19 aeropuertos a la disposición de esas misiones. Después de haber abandonado repentinamente el Tratado INF, Estados Unidos ahora prepara el despliegue de misiles nucleares de alcance intermedio en suelo europeo.
A ese despliegue ofensivo se agregan las bases y navíos del sistema de «defensa antimisiles» Aegis igualmente desplegado en Europa por Estados Unidos. Como las instalaciones terrestres Aegis, los navios dotados de ese sistema incluyen rampas de lanzamiento verticales Mk 41 de la compañía estadounidense Lockheed Martin que, según el propio fabricante, pueden lanzar no sólo misiles interceptores sino también misiles crucero armados con ojivas nucleares.
Desde que Estados Unidos y la OTAN rechazaron las propuestas rusas que podían haber detenido esta escalada nuclear, cada vez más peligrosa, Rusia ha venido respondiendo con hechos. Uno de esos hechos es el despliegue en Bielorrusia, en posición cercana en relación con las bases de Estados Unidos y la OTAN en Europa, de bombas nucleares tácticas y de misiles de alcance intermedio listos para convertirse en vectores de ojivas nucleares.
Este trabajo resume brevemente el contenido de la revista de prensa internacional Grandangolo transmitida en 31 de marzo de 2023 por el canal italiano de televisión 262 Byoblu
https://www.voltairenet.org/article219125.html
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