El presidente ruso, Vladímir Putin, se reunió con el líder norcoreano, Kim Jong-un, en el cosmódromo de Vostochni, en el Lejano Oriente ruso para tratar una serie de asuntos urgentes, entre ellos los relacionados con la cooperación bilateral y la seguridad regional y mundial.
Los dos líderes mantuvieron negociaciones este miércoles el 13 de septiembre, tanto en el marco de las delegaciones de sus países como en formato cara a cara, en una reunión que duró en total unas seis horas. Los mandatarios abordaron diversas cuestiones de interes mutuo, incluidas la cooperación técnico-militar y el desarrollo de la industria espacial, asimismo mantuvieron un intercambio abierto de puntos de vista sobre la situación en la región del Lejano Oriente.
Putin y Kim expresaron la esperanza de que esta reunión ayude en la creación de garantías de paz duradera en la región y sirva de catalizador para estrechar aún más los lazos entre Pyongyang y Moscú, destacando que tal fortalecimiento está en línea con los intereses de los dos países y demuestran las intenciones de ambos Estados de construir relaciones a largo plazo.
El experto ruso Konstantin Asmólov, de la Academia de Ciencias de Rusia, declaró a Sputnik que lo más importante del rencuentro Putin-Kim es "la visible muestra de apoyo" a Rusia por parte del líder norcoreano.
Asmólov señaló que Rusia se convirtió en el primer país al que Kim llegó después de tres años de autoaislamiento, lo que es "un hecho bastante importante en sí mismo". El analista sugirió que lo más probable es que ambos dirigentes se centraran en los cambios de la situación geopolítica en la región durante las conversaciones a puerta cerrada, especialmente a la luz del surgimiento de alianzas regionales, como el bloque Washington-Tokio-Seúl, que se creó en medio de "turbulencias globales".
En cuanto a la postura de Estados Unidos respecto a esa reunión, Asmólov dijo que Washington sólo "hace creer que teme terriblemente las consecuencias apocalípticas de esta relación para justificar la formación de una OTAN asiática".
A su vez, Victor Teo, politólogo residente en Singapur especializado en las relaciones internacionales de la región Indo-Pacífica, también insinuó que ambos líderes discutieron "asuntos estratégicos de interés común" durante las conversaciones cara a cara.
Preguntado por la señal que Putin y Kim están enviando a Occidente, el especialista afirmó a Sputnik que "un mensaje clave que está enviando este encuentro es que, a pesar de la fuerza de Estados Unidos en Asia-Pacífico, Rusia también tiene aliados en la región".
"Personalmente creo que Rusia y Corea del Norte ya mantienen buenas relaciones, y que aunque los informes de la prensa occidental plantean diversas preocupaciones, la Casa Blanca entiende que Pyongyang ha contado tradicionalmente con la ayuda de la Unión Soviética/Rusia en diversos aspectos. Por lo tanto, al establishment de seguridad estadounidense no le preocupan demasiado las interacciones entre los dos países, a menos que impliquen intercambios de tecnología militar sensible que Estados Unidos no querría que poseyeran los norcoreanos", resumió Teo.
Se trata de la segunda visita de Kim Jong-un a Rusia. Durante la primera, en abril de 2019, el dirigente norcoreano también llegó en un tren blindado. En aquella ocasión, el líder de Corea del Norte se limitó a visitar la ciudad de Vladivostok y se reunió con el presidente de Rusia en el recinto de la Universidad Federal del Lejano Oriente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario