El ayatolá Khamenei y el general Soleimani han sido los mayores partidarios de la nación iraquí en su lucha contra el terrorismo, informa el movimiento de resistencia islámica iraquí, al-Nujaba.
En un comunicado emitido el lunes 12 de diciembre, con motivo del 5º aniversario de la derrota del grupo terrorista Daesh, el movimiento de resistencia islámica iraquí, al-Nujaba, saludó a los mártires y envió sus felicitaciones a los combatientes y a la nación iraquí por esta gran victoria.
Al revisar las etapas del devastador proyecto conocido como el "Califato de Daesh", que contó con un enorme apoyo financiero y logístico del extranjero, la declaración señaló que el sufrido pueblo de Irak recordará para siempre cómo los enemigos asaltaron el país para apoderarse de su riqueza.
El pueblo iraquí, agrega la declaración, tampoco olvidará la falta de apoyo y la traición de ciertos regímenes arrogantes. Sin embargo, el ascenso de la resistencia islámica en forma de Unidades de Movilización Popular (Hashd al-Shaabi) ha cambiado la situación, señala el texto, que afirma que los hijos de la nación iraquí, que han ascendido al rango de la Resistencia, nunca olvidará a quienes los apoyaron en momentos difíciles.
Subrayando el apoyo inquebrantable de la República Islámica de Irán y su líder, el Honorable Ayatolá Ali Khamenei a la nación de Irak, al-Nujaba rindió homenaje al mártir General Qassem Soleimani, a la Guardia Revolucionaria Islámica y a los combatientes libaneses de Hezbolá que lo acompañaron para ayudar a la pueblo iraquí. La declaración también menciona al mártir Abu Mahdi al-Mohandes, líder adjunto de Hashd al-Shaabi, gracias a quien la Resistencia ha obtenido victorias.
Al denunciar las medidas israelíes para obstaculizar la lucha contra el terrorismo takfiri, la declaración se regocija de que los enemigos y todos aquellos que están del lado de ellos hayan sufrido una aplastante derrota y hayan visto frustrados sus siniestros planes gracias a las réplicas de la Resistencia.
Más adelante en su declaración, al-Nujaba señala que el reconocimiento no es suficiente para la búsqueda de la victoria y destaca la necesidad de mantener la moral alta y mantener la unidad con las fuerzas de Movilización Popular que solo quieren la paz por el bien del país.
Al-Nujaba aprovecha la oportunidad para renovar su posición de rechazo inequívoco a la presencia de fuerzas extranjeras ocupando Irak, diciendo que está convencido de que la única forma de enfrentarlo es la opción militar y nada 'otra'.
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