El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ante una multitud en la playa Waikiki, en el estado Carabobo. 31 de mayo de 2024
A muchos les ha sorprendido el anuncio realizado por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sobre su aceptación a la propuesta de Estados Unidos de retomar las conversaciones entre ambos gobiernos, acompañados de Catar.
Sin embargo, lo que más impacta es el momento en que la administración estadounidense eleva esta propuesta al actual presidente de Venezuela, ya que en escasos días se estará celebrando unas elecciones presidenciales para decidir quien dirigirá el destino político del país caribeño.
Si bien muchas encuestas avalan que indudablemente el candidato ganador será Nicolás Maduro, aún existen voceros de la derecha y medios que afirman lo contrario. Ahora bien, luego de este paso realizado por la administración de EEUU no queda la menor duda que ellos están claros de quién ganará las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio, y lo mejor para sus intereses es no seguir perdiendo el tiempo y continuar con las negociaciones con el Gobierno de Venezuela. Pero, a diferencia de otras oportunidades, en esta ocasión han tenido que aceptar la exigencia del presidente Maduro de reiniciar el diálogo de manera abierta, sin secretismo. Por ello, han acordado su inicio a partir del 3 de julio del presente año.
¿Acaso en Estados Unidos hubieran aceptado iniciar las negociaciones con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro si existiera una mínima posibilidad de victoria de la oposición en Venezuela?
Indudablemente no, en Estados Unidos están claros que el pueblo de Venezuela elegirá nuevamente a Nicolás Maduro para que siga dirigiendo la política y la economía de Venezuela.
Además, la actual situación de Estados Unidos es bastante difícil, considerando el ambiente antagónico a nivel mundial, el ascenso de nuevos frentes en Europa, como la toma de espacios políticos por parte de las fuerzas de izquierda y de la ultraderecha los debilita fuertemente.
Por ejemplo, el ascenso de la ultraderecha amenaza con desaparecer fuentes que han sido satélites naturales de Estados Unidos, tales como la OTAN y la Unión Europea. Así mismo, en el Medio Oriente y el mundo musulmán existe un total rechazo del apoyo estadounidense al genocidio palestino.
Pero el elemento principal que afecta los intereses de Estados Unidos en el mundo es el indiscutible avance de fuerzas políticas y económicas como China, Rusia, los BRICS que sin duda golpean al dólar y la hegemonía financiera estadounidense.
Son muchos los problemas que están obligando a Estados Unidos a tomar decisiones racionales y no a aventurarse tal como lo ha hecho en años anteriores con respecto a Venezuela. Quizás este es el análisis más elocuente al momento de considerar los últimos pasos de Estados Unidos con respecto a Venezuela. Por ello, han mostrado una posición más pragmática de no seguir perdiendo el tiempo en anhelos y resignarse a tener que trabajar y negociar con el actual presidente de Venezuela Nicolás Maduro, ya que sin duda será nuevamente reelegido por el pueblo venezolano para el periodo presidencial 2025-2031.
Por: Abog. Laila Tajeldine
Profesora Universitaria, analista internacional.
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