Zapatero, mediando con la iglesia cubana, trajo a una familia (entre otras muchas) cubana prometiendo vivienda, trabajo y ayuda económica durante cinco años, pero después de dos años y medio, el sueño se ha acabado. Especial regodeo me produce esta situación. No sé que trola les habrá contado la mercenaria Yoani Sánchez a estos autodenominados “disidentes cubanos” anticastristas sobre España, pero parece ser que varios de ellos ya han conocido en sus propias carnes las bondades del capitalismo que tanto defienden y que utilizan como arma arrojadiza contra la revolución cubana.
Esta gente se ha dado cuenta que aquí, a diferencia de Cuba, ni el trabajo ni la vivienda son un derecho, la vivienda es un producto especulativo que utiliza la todopoderosa banca con el fin de enriquecerse triturando a sus huéspedes, incapaces de encontrar trabajo, han sido desahuciados por la Policía Nacional, sin distinciones por su condición, con normal brutalidad, igual que a todos los demás, y ahora los pobres añoran la Cuba que tanto insultaron. Supongo que ahora sabrán que en España, su tierra prometida venida a menos, tampoco podrán protestar en la calle por su situación, porque los mismos de azul que les echaron de su casa les romperán a porrazos la clavícula o les sacarán los ojos a pelotazos, sin posibilidad alguna de que los responsables respondan ante la justicia, y suerte tendrán si el señor Gallardón no les etiqueta cual ratas, prometiendo la cárcel para todo aquel español que muestre bondad y les ayude por su condición de extranjeros.
Estas personas no están del todo solas, puesto que la PAH la está defendiendo como a una familia más castigada por la barbarie del sistema, y es que ya lo dice el famoso dicho, “Socialismo o barbarie”, ahora para esta gente ya se ha caído la mentira, entre otras cosas han dicho textualmente: “Ahora no tenemos ayudas de ningún tipo, si me dicen en Cuba lo que pasaba en España me hubiera quedado allí”, “Prometieron “una casa, trabajo y ayudas económicas durante cinco años, y ahora estoy sin nada”, “Yo solo pido ahora que me manden para Cuba”.
Y soy consciente de la gravedad de la situación, pero… ¿No os parece que este tema tiene cierta guasa?
Fuente: http://www.diario-octubre.com
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