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Al fin, los neocons imperiales se relamen los labios. En alguna oficina del Pentágono, Gene Sharp brinda con champán. Llegó la hora del fraticidio, última fase de la No Violencia; ya es Violencia.
Caracas. 9:00 p.m. San Agustín del Sur. Un chamo de 22 años, de nombre Reinaldo, nos comentaba eufórico que “salió en VTV” en la Rueda de Prensa del Frente de Colectivos en Defensa de la Revolución. Tocando tambor. Este chamo me dice que lamenta los ataques a la población civil. “Nosotros queremos la paz. Pero que no se pongan feos.”
Me provoca preguntarle, de sopetón, si creía que ya estaban feos. Decirle que lo que pasa, es que no se han puesto feos contigo.
Creo que esa reunión agrupaba a todos los colectivos por la misma inquietud: estaban feos. Las facciones de odio crispado, los ojos inexpresivos, los insultos, la rabia con el vecino. Las ganas de quemar, de destruir y al otro día, secretamente, reír. Todos eso y más lo habíamos visto en el antichavismo, en la calle. Los testimonios son múltiples, este pueblo ha establecido redes de comunicación que llevaría décadas estudiar, por los creativas y complejas. Quizás debamos abrir una Escuela de Sociología para analizar este fenómeno. Su naturaleza es especial, porque han mantenido una Revolución por 14 años, en una de las Colonias más ricas del Imperio Norteamericano. Ellos hacían las leyes, y hacían las trampas. Aún hoy, la fractura entre los dos modelos que coexisten en la Sociedad venezolana es un tema único al menos, en Latinoamérica. La Guerra mediática contra Hugo Chávez es la campaña más costosa, más diversa, más larga y más universal contra líder político alguno, sólo comparable con el Titán Fidel Castro.
En Venezuela se está llevando un golpe de estado de 4ta. Generación.
Capriles jugó sus cartas. Y en la gráfica de azar que las decoraba, se encontraba la figura de Gene Sharp. Sus métodos de organización militar civil tienen años de refinamiento. Lean su historia aquí: http://www.voltairenet.org/article123805.html . Bienvenidos de nuevo. Decía que había algún tipo de patología con causas comunicacionales. Ese odio visceral que observamos en videos, hace que el antichavismo sea por excelencia, un sector de la sociedad alejado de una realidad que no necesita ya, incluírlos en su seno. Es decir, cacerolean hoy, pero en cualquier momento pueden disparar. Y eso es un Golpe de Estado, entonces. Veamos porqué.
Si damos por sentado la guerra comunicacional que ha sufrido el pueblo venezolano entonces podemos afirmar que Venezuela tiene 14 años peleando una Guerra de 4Ta Generación. Una guerra que captura con su ideología a sectores de la burguesía, y los coloca en la línea del frente. Básicamente, inocula odio. No tiene límites, no le interesa la veracidad, la ética, la historia, nada. Sólo necesita dos minutos en twitter, para convertirse en una etiqueta que leen todos los usuarios de la red en el mundo. En 10 minutos, un bloguero mercenario la hará nota de prensa. De allí, a los periódicos digitales de todo el mundo. De allí, a la televisión. Dos minutos.
Con esa metodología que se innova cada día, la Agencia de Inteligencia Central (CIA) ha probado la cantidad suficiente de estrategias en el terreno. Y ya el libro de Gene Sharp es tema de estudio en las Universidades Privadas de Venezuela. Los adoctrinan en guerra de baja intensidad. Los capacitan en tácticas de guerrilla. Manejan la comunicación en las Redes. Son jóvenes, idealistas, y quieren derrocar al sistema comunista. En esa película de honorabilidad, compromiso y entrega que fabrican los medios de comunicación, estos guerrilleros de 4ta generación viven un reality show de indignación. Son unos líderes, porque Gene Sharp dice que luchan por la paz, por la libertad. Ya han atacado. Están atacando. Lo de Capriles fué, efectivamente, un golpe de estado. Dió la orden de ataque, al fin, después de 14 años de espera, y de derrotas.
Pero el pueblo no salió.
Con ese llamado y una militancia activa, Caracas se hubiera convertido en un lugar inestable. Y no por sus ataques. Por la respuesta del pueblo revolucionario. Escribo estas líneas desde la indignación por el ataque al compañero Layo” Luis Gascuez, un comunicador de tv. y radio. 3 tipos pacíficos y libertarios lo encendieron a coñazos en el Metro de Caracas, por usar una franela roja. Resulta que Layo, es miembro del Frente de Colectivos en Defensa de la Revolución. Estamos seguros que estos ataques seguirán presentes, ya fueron activados por Capriles. Aquí en San Agustín, es de noche. Se oyen tambores allá, arriba en el cerro. Hasta que no entendamos que asistimos a la última fase de un Plan Macabro, la activación de la guerra civil de baja intensidad, acompañada de la guerra comunicacional que intenta generar un suceso, engañar a la opinión pública demonizando al estado revolucionario y tomar el poder. Y lo van a intentar, porque saben, conocen la realidad venezolana.
Tres años de mandato para Maduro no sólo corregirá el esquema de votación actual. Lo superará. Maduro diagnosticó las debilidades de inmediato. Planteó estrategias. Está en nosotros contribuir a que tengan feliz término. El momento, para ellos, es ahora.
Alguien me saluda. Hablo, y me piden conclusiones, propuestas. Yo propondría una Ley que castigue actos de odio político, racial. No conozco de leyes, pero no es lo mismo que te den 48 horas por destrozos, a que te den diez años. Propongo la organización del poder popular. Propongo también que se me pase la arrechera que tengo, y pensar fríamente. El amor tiene que ser más fuerte que el odio.
Tomado de: http://orhpositivo.wordpress.com
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