miércoles, 1 de mayo de 2013

Kosovo y Metohija. El tráfico de órganos y la legitimidad internacional


IN DESTACADO, UNIÓN EUROPEA, YUGOSLAVIA / BY  


“En Kosovo todo el mundo está al corriente de lo  que ha sucedido y sigue  pasando aunque nadie hable en público, todos lo reconocen en un ámbito privado”
 Esta es una de las reveladoras conclusiones a las que ha llegado Dick Marty.
Este  investigador del Consejo de Europa es la principal y única voz tolerada por Occidente que da cuentas sobre el tráfico de órganos, de  personas y  los asesinatos  acontecidos en la región serbia de Kosovo Metohija ,ocupada por la OTAN desde 1999. Este político liberal suizo ha seguido trabajando activamente desde que la fiscal Carla del Ponte probó en el año 2008 que el maltrato, esclavitud, extracción de órganos y asesinatos de los prisioneros serbokosovares durante la guerra era algo más que un rumor. 
La guerra terminó pero tal inenarrable práctica ha seguido.
El UCK y sus mataderos de serbios dan al grupo terrorista albanokosovar unos beneficios millonarios sólo comprensibles en un mundo totalmente deshumanizado  en el cual todo es tolerado si estas en el bando adecuado. Una pesadilla que dura demasiado y no parece tener fin.
 La valiente y muy buen fundamentada investigación de Marty no sólo nos habla de la monstruosa dimensión del tráfico y su amplia red de colaboradores(los activos y los pasivos) sino que va más allá. La implicación del Presidente de Kosovo, Hashim Thaçi , es total , es uno de los actores fundamentales sin cuya participación personal  y dirección este tráfico no sería posible.
  La clínica Medicus, caso abierto en 2008 ha sido reconocida por los Tribunales como un centro de operaciones ilegales y de tráfico de órganos. Cinco de sus médicos han sido condenados, entre ellos el propietario y su hijo. Las condenas que afrontan son ridículas a pesar de las pruebas inculpatorias , de los testigos mutilados y el reguero de cadáveres que han dejado sus atroces operaciones. En este pesadillesco hospital, el horror palidece ante la enferma mente de sus autores avalada por una amplia y muy lucrativa red de contactos internacionales que va desde Turquia,Israel, y por supuesto los países ex comunistas que son quienes ponen a los “pacientes”. Especialmente si son serbios, pues a estos no se les pagaba nada. Solo les “engordaba” para que sus órganos fueran más sanos y alcanzaran mayores precios.
La pena más alta es de siete años y su fianza asciende a 2500 euros, otros acusados como los anestesistas no pisarán ni siquiera la comisaria sino es para celebrarlo. Los médicos extranjeros , turco e israelí han sido juzgados in absentia.
En las sala de Justicia han sido probados la falta de titulación y el abuso de poder de parte del personal de esta dantesca casa del dolor.
Se barajan cifras  de 70,000 dólares  por un riñón, pagados por “pacientes “israelíes, sudafricanos y norteamericanos que veían con esta aberración muy reducidas sus listas de espera en el quirófano.
La clínica Medicus fue cerrada al iniciarse la investigación de Marty. 
Desde 1999 fueron realizadas al menos una treintena de intervenciones. El caso fue descubierto , o mejor dicho corroborado, tras encontrarse un donante turco sin riñón entre estertores y charcos de sangre en el aeropuerto de Prístina.
 Hashim Thaçi es el símbolo de la libertad de Kosovo. Lo de criminal es relativo, depende mucho de cuantas fotos te hayas hecho con líderes occidentales. 
El  aliado de USA , cuyo “reino” ha sido reconocido por Obama como un estado democrático y multiétnico( esto sólo pasa una vez se ha destruido el país al que pertenecían. Multiétnicos fueron la URSS, Yugoslavia, Irak y Siria) es un actor fundamental para la rendición última de Serbia y del colaboracionismo de la UE en la limpieza étnica, confesional y política  de Kosmet.
El líder de un ente territorial no reconocido por la ONU, pero si por USA, (los otros 98 países que lo han hecho carecen de relevancia) ,osa  hacer declaraciones como estas :
 ”Habrá gente en ambos países que no va a estar muy contenta” con el acuerdo, pero ha recalcado que han llegado a “la mejor solución posible”. “Para nuestro país, para Serbia y para la Unión Europea”, ha asegurado, insistiendo en que el acuerdo representa “el comienzo de una nueva era de reconciliación y cooperación entre Estados”.
 Y todo ello sin que  ninguno de los políticos ni delegaciones europeas abandone sus asientos o exprese su aversión  hacia  ese imposible país y sus dirigentes; coartada criminal y guarida de todas las peores actividades delictivas que pueda concebir la psique humana.
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