Miembros de la exguerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Un nuevo informe revela que cerca de un tercio de los exguerrilleros de las FARC ha vuelto a tomar las armas desde la rúbrica del acuerdo de paz de 2016.
A través del acuerdo de paz de noviembre de 2016 entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos, Colombia trató de poner fin a un conflicto de medio siglo. Sobre la base del pacto, el país sudamericano convirtió a la exguerrilla en un partido político, denominado Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), garantizó bancas para sus candidatos en el Congreso y concedió amnistías para algunos tipos de delitos.
Como parte del mismo acuerdo, más de 6000 combatientes de la exguerrilla depusieron las armas y solo unos 300 integrantes decidieron seguir en la clandestinidad.
Sin embargo, un informe confidencial de inteligencia militar, recogido este miércoles por la agencia británica de noticiasReuters, señala que el número de los remanentes de la extinta guerrilla, que opera en las selvas y montañas, creció hasta los 2300, cifra que supone un drástico incremento respecto a los cerca de 300 que había a la hora de la firma del pacto de paz.
Tras precisar que los excombatientes volvieron a las armas “seducidos” por los millonarios recursos del narcotráfico y la minería ilegal, el documento considera este aumento de las disidencias “un riesgo para la seguridad”.
Al respecto, Reuters ha citado a Sergio Guzmán, director de Colombia Risk Analysis, quien ha advertido que “los exmiembros de las FARC enfrentan una creciente presión para unirse a grupos disidentes que se dedican a lucrativos negocios ilícitos”.
Conforme a la fuente, dirigentes del partido político de la FARC han alertado de que entre los motivos que llevan a muchos a volver a la clandestinidad figuran las demoras en la implementación del acuerdo de paz y el asesinato de 139 excombatientes desmovilizados desde finales de 2016.
El actual presidente de Colombia, Iván Duque, critica el acuerdo de paz y en su discurso de posesión de cargo, en agosto de 2018, señaló que haría “correctivos” al pacto.
En el marco de sus intentos por introducir cambios en el convenio, Duque propuso el pasado 10 de marzo seis objeciones a la Ley Estatutaria de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), norma que establece mecanismos jurídicos del mencionado acuerdo.
No obstante, la Corte Constitucional de Colombia objetó las reformas del presidente al pacto y ordenó a Duque que promulgue sin objeciones la Ley de la JEP.
El pasado 20 de mayo, el excomandante de las FARC Iván Márquez tildó de un grave error el haber entregado las armas a un Estado “tramposo” como Colombia.
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