Es una de las caras más conocidas de la Guerra de Siria, al igual que Issam Zahredine, pero al contrario que este último, el General Qassem Soleimani no es sirio sino iraní y es uno de los mejores estrategas de Oriente Medio, un gran aliado y un temible adversario.
Nació en la provincia iraní de Kermán, en el centro de Irán. Su infancia y juventud la pasó bajo el gobierno del sistema del Sha de persia, se unió a los Pasdarán (Los Guardianes de la Revolución Iraní) en el año 1979, año en el que cae el gobierno del Sha Mohamed Reza Pahlevi y sube al poder el Ayatollah Ruhollah Jomeini.
Si bien su entrenamiento fue mínimo debido a las circunstancias políticas, pero avanzó rápido, sirviendo a finales de los setenta y comienzos de los ochenta en la represión del alzamiento de la provincia de Azerbaiyan Oeste.
Seguidamente fue desplazado, de forma rápida, para participar en la reconquista de zonas invadidas por el Iraq de Saddam Husein durante la guerra Iraq-Irán sirviendo como líder de una compañía militar. Debido a la fama de valentía en las batallas y a su capacidad a la hora de poder reconquistarlos territorios ocupados por el ejercito iraquí, Qassem Soleimani fue ascendido a comandante de la 41st división Sarallah.
Después fue trasladado a la zona sur, donde fue levemente herido durante la operación Tariq-ol-Qods, participó en labores de inteligencia y subversión dentro del territorio iraquí, especialmente en las zonas del kurdistán iraquí y entre la población chií de Iraq.
Una vez terminada la guerra, a mediados de los años noventa, se convierte en comandante de las Fuerzas Al Quds, las Fuerzas Especiales de la Guardia Revolucionaria. Y en 2011 fue ascendido a General
Fue uno de los encargados en la construcción de Hezbollah en el Líbano y, también, intervino en la guerra de Afganistán a favor de los chiítas afganos que estaban siendo acosados por los Talibanes y Al Qaeda. En Iraq intervendrá a través de las milicias chiítas para proteger a sus correligionarios de diferentes persecuciones y ataques, especialmente se enfrentará a Al Qaeda, en el año 2008 medió para el cese al fuego entre el Ejecito del Mahdi de Muqtada al Sadr y el ejercito iraquí y no dudó en apoyar al shiíta Nuri al Maliki para que lograra el poder en Iraq al mismo tiempo que se apoyaba en el Ayatollah Alí al Sistani.
Sin embargo la fama internacional le llegó con la Guerra de Siria. El apoyo de Irán hacia Siria es incondicional por motivos políticos, Siria e Irán son aliados, tienen enemigos y aliados comunes, negocios y una vinculación religiosa muy importante (Bashar al Asad es Alawita, una rama de chiísmo), debemos de tener en cuenta que el Partido Baath sirio se ha comprometido con la protección de todas las minorías religiosas que viven en siria, es notable la protección a cristianos, drusos y chiítas.
Irán, a través del general Soleimani y sus fuerzas especiales, se movilizaron para luchar contra los rebeldes sirios, que se demostraron como grupos pantalla que ocultaban grupos terroristas internacionales tras sus falsas coberturas, una vez que se demostró que el Jabhat al Nusra (Frente al Nusra) era parte de Al Qaeda y apareció el Estado Islámico y su brutalidad contra todos los que no fueran wahabistas takfiríes como ellos, entonces Irán decidió actuar de forma más contundente.
El General Soleimani debió de coordinar dos frente, el de Siria y el de Iraq. La expansión del Estado Islámico al invadir ambos países y situarse a unos pocos de kilómetros de Kerbala (dónde se encuentra la tumba del Imám Huseín y de su hermano Abalfazl), que es una ciudad sagrada que los terroristas del Estado Islámico juraron destruir.
Rápidamente las milicias chiítas se alzaron, se creó Hezbollah en Iraq y el ejercito del Mahdi se reactivó comenzando una larga reconquista que todavía no se ha logrado. En Siria Soleimani se aseguró de coordinar la llegada y la lucha de los voluntarios iraníes y de las fuerzas Al Quds, a fin de cubrir de forma efectiva el territorio con el ejercito sirio, las milicias nacionales y Hezbollah para ir reconquistando territorios, reconquista que aún no ha acabado.
Se debe de reconocer que la tenacidad, la capacidad estratégica y de combate del General Qassem Soleimani le ha convertido en uno de los mejores estrategas del mundo. (Foto: Google)
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