martes, 11 de octubre de 2022

¿Los escenarios de una guerra nuclear?


Si bien Joe Biden está lejos de minimizar el alcance de las amenazas rusas contra Occidente con respecto al uso de armas nucleares en la guerra de Ucrania.

El canal de televisión libanés Al-Mayadeen volvió en un reportaje sobre el poderío militar de Rusia y el grado de probabilidad de uso de la bomba atómica por parte de Putin sin dejar de precisar que en caso de conflicto nuclear entre las dos partes, las fuerzas de la OTAN destruirse en un plazo máximo de media hora.

Los misiles rusos con ojivas nucleares, algunos de los cuales son autoguiados, se pueden lanzar desde todas las plataformas terrestres y marítimas, así como desde aviones de combate, según el informe, que agrega que Moscú se ha referido repetidamente al uso de armas nucleares como elemento disuasorio. cuyo desarrollo había sido durante mucho tiempo una prioridad estratégica para Moscú.

El Kremlin ha dicho repetidamente que está utilizando todos los medios posibles para proteger su territorio y soberanía, el último de los cuales marcó una nueva etapa en la operación especial de Rusia en Ucrania.

Según el informe, otra evidencia de la determinación de Rusia en la disuasión nuclear fue el anuncio del presidente ruso Vladimir Putin en 2018 del despliegue de cinco nuevos tipos de sistemas de misiles, incluidos tres capaces de transportar armas nucleares, sin mencionar el estado de alerta máxima en Febrero de las fuerzas disuasorias estratégicas rusas, tras la escalada del conflicto en Ucrania.

Las capacidades nucleares de Rusia se basan en tres tipos de armas capaces de transportar ojivas nucleares: misiles balísticos intercontinentales estacionarios y móviles, misiles que pueden lanzarse desde submarinos y misiles de crucero montados en bombarderos estratégicos.

La Armada rusa tiene diez submarinos nucleares equipados con misiles balísticos con un alcance máximo de 8.000 kilómetros. En cuanto a la Fuerza Aérea, los principales portadores de armas nucleares son los bombarderos Tu-160 y Tu-95, capaces de transportar misiles de crucero Kh-55 con una carga útil de 200-500 kilotones.

Además, Rusia tiene armas nucleares tácticas diseñadas para aumentar la potencia de fuego durante las operaciones de combate en un área geográfica limitada, incluidas las ojivas nucleares que se pueden transportar en los misiles tácticos Iskander-M.

Dicho esto, Moscú tiene suficientes capacidades militares y nucleares, pero no se puede comentar con certeza sobre la posibilidad del uso inmediato de armas nucleares tácticas o estratégicas por parte de Rusia en la guerra en Ucrania. Sin embargo, la disuasión nuclear sería parte de la estrategia del Kremlin.

Hay razones para elevar el tono de la retórica del uso nuclear más geopolítica y estratégicamente influyente, que están vinculadas a un conflicto de civilizaciones más profundo y dimensionalmente más rico, que el presidente ruso expresó en su reciente discurso.

Según Mohammad Saifuddin, otro experto y analista del canal al-Mayadeen, hay factores que pueden hacer tangible la posibilidad del uso de armas nucleares en la guerra de Ucrania que, de suceder, puede tener consecuencias estratégicas y geopolíticas [globales] que puede incluso llegar a la extinción de civilizaciones.

De hecho, dice el experto, la insistencia de Washington y Kyiv en rechazar el camino político, o al menos posponerlo, para lograr avances en el campo de batalla crea innumerables riesgos para Putin:

En el plano militar, esta negativa acota las opciones a los límites del enfrentamiento sobre el terreno, lo que sitúa a Moscú ante dos posibilidades: o bien Rusia movilizó un gran número de fuerzas convencionales y emprendió una larga guerra, lo que modificará así el título de la La acción rusa en Ucrania de una operación especial a una verdadera guerra global, o se contentaría con usar el mismo número de las fuerzas actuales en el campo de batalla, lo que permitiría a Washington lograr una ganancia muy beneficiosa.

Entre estos dos casos, el Kremlin optó por una tercera opción consistente en la movilización parcial de unos 300.000 soldados. Políticamente, esta opción mantiene a Rusia en su posición anterior, es decir, que no quiere una guerra a gran escala con Ucrania y que está comprometida con la confrontación, consciente de la necesidad de mantener relaciones históricas con el pueblo ucraniano, y no arriesgarse a convertirse en Ucrania en un país enemigo.

En cuanto a la cuarta opción, que es el uso de armas nucleares, no es posible hablar de ella con certeza, porque según la doctrina estratégica de Rusia después de la Guerra Fría, especialmente en la era de Vladimir Putin, esta opción se convertirá en necesaria cuando Rusia se enfrenta a riesgos existenciales y decisivos que amenazan su territorio, su pueblo y sus intereses.

En el caso de Ucrania, y dada la complejidad de los enfrentamientos entre Moscú y Kyiv, que habrían desembocado en un conflicto global, la puesta en marcha de este escenario no es baladí si se da alguno de los siguientes factores:

1. el estallido de un conflicto directo entre la OTAN y Estados Unidos con Rusia. Washington y Bruselas insisten en que han tomado una posición neutral en la guerra de Ucrania, lo que contradice la realidad de su apoyo militar a Kyiv, de ahí la posibilidad de utilizar armas nucleares.

2. Kyiv recibe armas estratégicas cualificadas (nucleares o convencionales) para infligir grandes bajas a las fuerzas rusas

3. Rusia está al borde de la derrota en la guerra a pesar del equipo militar avanzado a su disposición. Y si estalla una guerra nuclear, se trazará una nueva gran línea roja en la escala de los enfrentamientos mundiales; porque no es sólo en Ucrania donde se basan los conflictos entre las grandes potencias. Es más bien el orden mundial en cuestión.


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