Si bien el secretario general de la OTAN ha establecido la conexión entre las guerras ucraniano-rusa y chino-taiwanesa, para este fin de semana están programadas "conversaciones secretas" entre los funcionarios de la Casa Blanca y Taipei.
Una delegación taiwanesa que se espera que llegue a Estados Unidos durante el fin de semana sostendrá "conversaciones secretas" con funcionarios de la Casa Blanca, dijo el Financial Times, citando fuentes no identificadas.
Las reuniones serán parte de un diálogo diplomático especial que pretende permanecer en privado para evitar provocar una reacción de China, que considera a Taiwán como parte de su territorio.
La delegación taiwanesa estaría encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores, Joseph Wu, y el asesor de seguridad nacional, Wellington Koo.
Fuentes del Financial Times dijeron que la delegación sería recibida por el asesor adjunto de seguridad nacional de EE. UU., Jon Finer, así como por la secretaria de Estado adjunta, Wendy Sherman.
La existencia del "canal diplomático de larga data", informado por primera vez por el Financial Times hace dos años, no ha sido confirmada ni negada oficialmente por funcionarios estadounidenses o taiwaneses.
No obstante, el periódico estadounidense dice que el formato se está utilizando para abordar las preocupaciones de seguridad en medio de la postura cada vez más "asertiva" de Beijing en torno a la isla autónoma.
Mientras tanto, se informa que Estados Unidos ha enviado varias de sus propias delegaciones a Taiwán, a pesar de las crecientes tensiones entre Washington y Beijing. Michael Chase, subsecretario adjunto de Defensa de China, llegó a la isla el sábado (18 de febrero) para reunirse con sus homólogos del gobierno taiwanés, según informaron varios medios. Ni Washington ni Taipei han confirmado oficialmente el viaje.
Además, una delegación del Congreso de EE. UU. encabezada por el representante de California, Ro Khanna, está planeando un viaje a Taiwán durante el fin de semana, con el objetivo de "fortalecer los lazos entre Silicon Valley y la industria de semiconductores de Taiwán", según la oficina de Khanna.
La poursuite des contacts entre les responsables américains et les représentants du gouvernement taïwanais est depuis longtemps un sujet brûlant pour Pékin, en particulier après que l'ancienne présidente de la Chambre des États-Unis, Nancy Pelosi, s'est rendue sur l'île en agosto.
China insiste en que Taiwán es parte de su territorio soberano bajo la política de "Una China" y ha exigido repetidamente que las naciones extranjeras no mantengan vínculos directos con Taipei y eviten otorgar legitimidad al gobierno insular.
Sin embargo, Washington ha sostenido numerosas reuniones con funcionarios taiwaneses y continúa dando luz verde a la venta de armas para el ejército de Taipei. El jueves, Beijing impuso sanciones a los fabricantes de armas estadounidenses por los acuerdos.
Este desarrollo se produce cuando el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el sábado (18 de febrero) se dirigió a la élite de seguridad mundial reunida en la Conferencia de Seguridad de Munich con las palabras: "Europa, despierta. Debemos enfrentar el desafío de China”.
El jefe de la alianza militar vinculó directamente la guerra de Rusia en Ucrania con China, insinuando preocupaciones de que Beijing está lanzando una guerra contra Taiwán.
"Lo que está sucediendo en Europa hoy", advirtió, "podría suceder en el este de Asia mañana".
Moscú, señaló Stoltenberg, "quiere una Europa diferente", mientras que Beijing está "observando de cerca para ver el precio que paga Rusia, o la recompensa que recibe por su agresión".
"Incluso si la guerra termina mañana", agregó, "nuestro entorno de seguridad cambiará a largo plazo".
El jefe de la OTAN advirtió que los aliados occidentales deben actuar unidos en los frentes militar y económico.
“La guerra en Ucrania ha puesto de relieve el peligro de una dependencia excesiva de los regímenes autoritarios”, señaló.
« Nous ne devrions pas commettre la même erreur avec la Chine et d'autres régimes autoritaires », a-t-il déclaré, appelant l'Occident à renoncer à sa dépendance vis-à-vis de la Chine pour les matières premières qui alimentent la sociedad. También advirtió contra la exportación de tecnologías clave al país.
"La lección más importante de la guerra en Ucrania", agregó, "es que América del Norte y Europa deben permanecer juntas".
Los comentarios de Stoltenberg se producen cuando muchos observadores políticos creen que la guerra en Ucrania es una guerra indirecta de la OTAN contra Moscú con el objetivo de debilitar a Rusia. La Alianza Atlántica ya ha otorgado decenas de miles de millones en ayuda militar a Ucrania.
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