El 'Washington Post' publicó una nota que refleja la frustración de los funcionarios del Gobierno de Joe Biden con la fallida escalada bélica de Kiev y las peleas internas por las diferencias de opinión sobre la estrategia a seguir.
En el artículo, David Ignatius, una de las firmas más conocidas del periódico en materia de política exterior y asuntos diplomáticos, afirma que ha escuchado en los últimos días la misma opinión en todos los niveles del Gobierno de Estados Unidos: que el verano ha sido "frustrante" y "decepcionante" para Ucrania y "sus patrocinadores occidentales".
"Este compromiso de apoyo continuo no significa que los funcionarios estadounidenses no tengan críticas sobre cómo los comandantes ucranianos han llevado a cabo la contraofensiva", señala el Washington Post, añadiendo que las autoridades de EEUU han estado ofreciendo orientación detallada a sus homólogos del país europeo.
Funcionarios del Departamento de Defensa norteamericano, explica la nota, confirmando la estrecha colaboración entre las fuerzas armadas de Estados Unidos y Ucrania, han instado a sus homólogos ucranianos a priorizar mejor y concentrar sus fuerzas en posibles puntos de ruptura a lo largo del frente.
"Los funcionarios del Pentágono también han instado a Ucrania a depender menos de los drones para el conocimiento del campo de batalla y más de las fuerzas de reconocimiento terrestre, que pueden evaluar mejor las posiciones rusas. Y han presionado a Kiev para que dé a los oficiales subalternos más libertad para aprovechar las oportunidades a lo largo del frente en expansión", afirma la nota.
Las sugerencias del Departamento de Defensa son tomadas "positivamente" por Kiev, señala el diario, demostrando una vez más por qué el conflicto entre Rusia y Ucrania es, como lo remarca Moscú, una guerra proxy librada por Washington contra Moscú.
Sin embargo, los funcionarios estadounidenses son críticos de muchos aspectos de la estrategia ucraniana, por lo que las discusiones en las últimas semanas, cuando el fracaso de la contraofensiva se ha hecho cada vez más evidente, se han tornado "espinosas", señala el Washington Post.
"Los comandantes estadounidenses han creído durante mucho tiempo que los ucranianos desperdician fuego de artillería en bombardeos que emulan las tácticas soviéticas. Según una estimación estadounidense, los ucranianos han disparado alrededor de 2 millones de balas de artillería de 155 milímetros, casi agotando las reservas occidentales", advierte el artículo.
Otro de los motivos de los choques entre autoridades de EEUU y Ucrania son los insistentes pedidos de armamento por parte de Ucrania.
La nota señala que Ucrania sigue abogando por misiles de largo alcance, conocidos como Atacms. Pero el Pentágono continúa resistiéndose, en gran medida porque los funcionarios temen quedarse sin estos misiles guiados si llegara a surgir algún conflicto con China.
Sin embargo, la nota precisa que EEUU parece cada vez más dispuesta a suministrar municiones de racimo lanzadas por cohetes, pese al repudio que generó a comienzos de julio el anuncio del envío a Kiev de este armamento, que está prohibido por más 100 países y que puede causar la muerte y heridas graves en civiles décadas después de que son lanzados.
Pese al apoyo militar y financiero a Ucrania, el Washigton Post señala que el Ggobierno de Biden es cada vez más pesimista de las posibilidades de una victoria ucraniana en el campo de batalla.
Según la evaluación de autoridades estadounidenses, "no es probable que las fuerzas ucranianas lleguen al mar de Azov y corten la ruta terrestre de Rusia a Crimea antes de que llegue el invierno, como esperaban".
Además, vaticinan que Ucrania no asestará ningún golpe decisivo antes de fin de año, por lo que creen que la mejor estrategia por el momento es "la paciencia", por más que eso signifique la muerte de miles de soldados ucranianos por día.
Por los malos resultados en el campo de batalla y la creciente desconfianza de EEUU, el Washington Post concluye que "Ucrania ha entrado en una temporada de descontento, con recriminaciones por todas partes".
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