Patricia Lee Wynne
El anuncio de que Argentina ingresará al grupo BRICS junto con Arabia Saudita, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía y Egipto, es un paso en el camino para ubicarse en el lado correcto de este mundo cada vez más multipolar.
El tema es estratégico porque define la posición de Argentina en un mundo lleno de conflictos y porque la discusión atravesará la campaña hacia las elecciones presidenciales de octubre, cuando los ciudadanos deberán decidir cómo se ubican en este planeta.
Hace pocos días, después de las elecciones primarias del 13 de agosto en las que se colocó en primer lugar con un 30% de los votos, el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, dijo que no alentaría las relaciones con China y sacaría al país del Mercosur con Brasil para alinearse estratégicamente con EEUU e Israel.
Al conocerse el anuncio del ingreso del país sudamericano al grupo BRICS, la candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, abrió su exposición en el Council of the Americas señalando su oposición al ingreso y diciendo que, si gana las elecciones, el país no será parte del bloque.
En la misma reunión, Milei repitió que "no nos vamos a alinear con comunistas", aunque aclaró que "eso no quiere decir que el sector privado pueda comercializar con quien se le dé la gana".
El ingreso será efectivo a partir del 1 de enero de 2024, de manera que todavía existen dudas sobre qué sucederá, quedando el tema pendiente del ganador de las elecciones de octubre, que podría dar marcha atrás con esta decisión.
Marchando con la corriente
La tendencia del comercio exterior argentino en la última década muestra una clara orientación hacia América Latina y el bloque asiático y, en temas comerciales, la mirada debe ser en primer lugar pragmática, no sometida a creencias ideológicas o religiosas.
Es que, según el anuncio del presidente Alberto Fernández, los cinco países que integran los BRICS representan el 30% de las exportaciones argentinas.
Más aún, de acuerdo con las cifras del comercio exterior suministradas por el Instituto Nacional de Censos y Estadísticas (INDEC), de un total de alrededor de 170.000 millones de dólares en 2022, el 63% del comercio argentino fue con los países del Mercosur, América Latina, China, sudeste asiático y Medio Oriente:
Mercosur: 35.385 millones de dólares.
China: 25.531 millones de dólares.
ASEAN ( Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam), India, Medio Oriente, Magreb y Egipto, resto de América Latina: 45.800 millones de dólares.
Es decir, el Mercosur y China representan sumados un comercio de 60.916 millones de dólares, 35% del comercio del país.
Y si le sumamos el resto de América Latina, Asean, India, Medio Oriente y Magreb y Egipto, la suma es de 106.715 millones de dólares, un 63% del total.
El comercio con USMCA (Estados Unidos, México y Canadá) fue de 21.249 millones de dólares.
Con la Unión Europea fue de 21.962 millones de dólares.
Es decir que la suma de estos dos bloques, 43.211 millones de dólares, es apenas el 25% del comercio argentino.
¿Apertura al amplio mercado del Sur Global?
El problema con EEUU es que somos economías no complementarias: no le podemos vender soja, maíz, trigo, carne, porque son los mismos productos que EEUU comercia.
Y con la UE tenemos un problema estructural: Bruselas tiene bloqueado el acuerdo con el Mercosur por las tendencias proteccionistas a sus propios productores agropecuarios.
Por eso lo importante es la tendencia: según el sitio Chequeado, en 2022 las ventas a los EEUU representaron el 8,9% del total (6.616 millones de dólares), casi la mitad que en 1990 (17,35%).
Por el contrario, el comercio con China, el sudeste asiático, India y Medio Oriente no hace más que crecer: entre 2012 y 2022 las exportaciones argentinas a China se incrementaron 46,1% mientras que las importaciones lo hicieron 75,4%. El intercambio comercial creció 65%, si bien el déficit comercial que creció 111%, según el diario El Economista.
Las exportaciones con ASEAN crecieron 74,8% y con India 269%. En conjunto, las exportaciones a China, la ASEAN e India, pasaron de representar 13,8% de las exportaciones argentinas en 2012 al 23,1% en 2022.
La conclusión del diario es que "es innegable que Argentina tiene, más allá de los distintos signos políticos, una creciente integración comercial con el bloque asiático a partir de la complementariedad de los perfiles productivos con los de esta mega región".
Más allá de otras consideraciones estratégicas, la inserción de Argentina en el Grupo BRICS, que se presenta como una alternativa al unilateralismo y a las imposiciones del FMI y la UE, y que abre un amplio mundo de posibilidades a la economía argentina, es una medida en el sentido que más le conviene al país.
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